lunes, 15 de junio de 2009

Volver, volver, volver

Hay momentos en la vida en que uno decide aparcar casi todo e intentar solucionar algo que piensa que no funciona bien. Esta tarea, sencilla a priori, puede volverse dura y casi inalcanzable. Y eso me sucedió a mi hace unos meses. Tras analizar pormenorizadamente, con la inestimable ayuda de Compañero y mi gente más cercana, el por qué de mis desvelos laborales llegué a la conclusión de que tenía que cortar por lo sano. Y decidí que, como la situación laboral no iba a cambiar nunca, lo mejor era que cambiase yo de trabajo.
Costó tomar la decisión, ya que siempre resulta nefasto reconocer que uno no se ha encontrado con lo que esperaba... y casi siempre intenta dejar pasar el tiempo a ver si está equivocado y las cosas cambian. Pero no suelen hacerlo, al menos así lo percibí yo.
No contenta con mi mundo laboral me puse manos a la obra a buscar otros lugares... Y busqué y busqué pero nada aparecía. Llegaron los desvelos, los desánimos y los llantos. La sombra de la idea de mi mediocridad rondando por mi cabeza. El paso del tiempo aterrador. La sensanción de ser muy, muy mayor...
Y perdí el norte. Y viví casi exclusivamente dedicada a la ardua tarea de buscar, buscar, buscar...
Y Compañero aguantó paciente y estoicamente más de medio año, siempre con sus palabras de ánimo y su fe ciega en mis posibilidades que yo nunca veo.
Y Compañero tenía razón.
Y el nuevo trabajo llegó.
Y yo sólo pienso en VOLVER a disfrutar de la vida, de un trabajo digno, del ocio, del amor, de los amigos, de la familia, de la música, de los paseos, de la playa... ¡y de mi blog!
¡VOLVER, VOLVER, VOLVER!

2 comentarios:

mariposa dijo...

Me alegro de que volvieras!! un besito

Salvia dijo...

Gracias Mariposa!