Admiro mucho a los deportistas. Por su sacrificio, el esfuerzo y el afán de superación innatos. La temprana vocación que sienten casi todos ellos para dedicar su vida a un deporte siempre me ha resultado sorprendente, ¿cómo es posible que haya gente que a edades muy tempranas tenga clarísimo que quiere ser un profesional del tenis, el baloncesto, la gimnasia o el waterpolo?.
No puedo evitar sentir cierta envidia: ¡lo que a mí me hubiera gustado tener mi futuro tan claro con 14 e incluso con 18 años! Para mi desgracia, pertenezco a esa inmensa mayoría de gente que no ha empezado a ver el camino claro hasta casi llegada la treintena... ¡En fin!... digamos que tan sólo unos cuantos forman parte de "los elegidos" para la gloria...
Como deporte, el fútbol es el que menos me gusta. Me resulta tremendamente aburrido. Este es uno de los motivos por los que no siento tanta admiración por los futbolistas como por el resto de deportistas. Pero este sentir es especialmente provocado por todo lo que rodea al gremio de muchachos peloteadores de balón, que enmascara bastante cualquier atisbo de esfuerzo y sacrificio por su parte.
No puedo evitar compararles con otros deportistas y la balanza les deja en muy mal lugar. Fichajes esperpénticos y dudosamente éticos para dioses balón. Parafernalia de aspirantes a modelos rondando los hoteles de lujo donde se concentran los equipos. Coches de alta gama y fiestas sólo aptas para gente VIP. Seguimiento diario en los medios de sus cuchicheos y tonterías en los entrenamientos, que se ensalzan a la categoría de noticia de interés nacional y se interprentan de todas las maneras posibles. Millones de personas rendidas a sus pies en todo el mundo...
¿Nos hemos vuelto locos por el fútbol?...Tengo la sensación de que lo de menos es el deporte, a lo que más me recuerda es al Circo de los romanos...
3 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. El otro día hablamos de este tema en un blog amigo, y como con estas temperaturas una está un poco espesa, te copio mi opinión al respecto ya que sigue siendo la misma, y creo además que no cambiará por mucho que se empeñen en que nos interese.
Lo único que se me ocurre decir es que el “furbol” debe tener algo que a mí se me escapa. Si pagan esas cifras, es porque generan beneficios, hasta ahí de acuerdo, pero no entra en mi cabeza hablar de esas cantidades en las que tengo que pensar un rato porque convertidas a pesetas ( mentalmente en cuanto hablan de cifras grandes, sigo convirtiendo en esa moneda ), no sé ni cuantos ceros llevan detrás.
Me cuesta entender ese negocio, y lo es, lo sé, y quizá somos nosotros ( o el que sea, porque yo no me gasto un duro en ese espectáculo, aunque sí en otras cosas con tan poca sustancia como eso, lo admito) los que alimentamos que esté llegando a esas cotas. Aunque también es cierto que a veces tengo dudas si somos nosotros por motu propio, o es el despliegue de todos los medios de comunicación que se empeñan hasta el hartazgo de que nos tenga que interesar el tema en cuestión.
Desconozco como van los últimos avances en materia de fármacos contra el cancer, cual es la cotización de algunos valores de la bolsa, y cantidad de cosas más, a no ser que me moleste en buscar estos datos, claro está., pero a mí que confieso que el futbol no me interesa en absoluto, que me aburre un montón, que no entiendo nada de ese deporte, sé, porque me lo contaron tropecientas veces a lo largo de la mañana ( ponga la emisora de radio que ponga, porque todas lo cuentan), que el otro día el Zaragoza se jugaba pasar a primera división.
Me aburren con el bombardeo de noticias relativas al futbol en la radio, en la tele, en los periódicos , y en todos lados. Quieras o no, desayunas a diario con ese tipo de cosas como si fueran de interés nacional, y a lo mejor lo son, pero sinceramente, es como si no fuera conmigo esa película.
A mí me parece desproporcionado y una barbaridad, y quizá ellos ( me refiero a los jugadores y los empresarios) no son los culpables, quizá somos nosotros. El otro día convocaban al público zaragozano forofo ( digo yo que será el forofo, porque hay que tener ganas ) acudir a las 16,30 a la Pª de San Francisco para acompañar al autobús de los jugadores en su recorrido hacia el campo. Hay que fastidiarse y hace falta ganas con estos calores, ir en masa a acompañar a unos señores que en una tarde ganan lo que cualquier mortal cobra en varios años de trabajo ( si es que lo logra, que lo dudo). A lo mejor no acompañan a un familiar o a un amigo que está pasando malos momentos, pero al equipo de sus amores, ¡ halaa ¡ para que no vayan solos, ahí , todos apoyando.
En alguna ocasión he visto gente acudir a la puerta del hotel donde se concentran los del equipo contrario a gritarles, a insultarles, a meterles presión. No entiendo nada.
Un saludo.
Muchas gracias por el comentario, Arama. Desde luego, yo tampoco entiendo el negocio del fútbol. Me cuesta mucho ver el esfuerzo de los deportistas detrás de esas montañas de millones...
Un saludo
Pan y circus, como dijo Juvenal es a lo que me suena a mi. Entretener brutamente a las masas.
Un Saludo
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