jueves, 31 de diciembre de 2009
¡Feliz Año Nuevo!
lunes, 28 de diciembre de 2009
Mejor que en casa
miércoles, 17 de junio de 2009
Locos por el fútbol
lunes, 15 de junio de 2009
Volver, volver, volver
martes, 19 de mayo de 2009
Antonio Vega
domingo, 8 de marzo de 2009
Una enfermedad todavía no erradicada en África
sábado, 7 de marzo de 2009
Marina
domingo, 1 de febrero de 2009
¡Quiero ser como Nadal!
miércoles, 28 de enero de 2009
Soneto sobre el posible origen del boom inmobiliario en España...
destino de turistas con dinero
para gastar e invertir con esmero,
ver sol, comer bien y conocer cañís.
Un buen día, ante una copita de anís,
un sagaz peón dice al compañero:
¡Construcción masiva con salero!
Nos haremos millonarios en un tris...
Tendremos amistades muy importantes
Seremos los reyes de las finanzas,
con bellas novias, coches elegantes...
Debemos edificar sin templanzas
las costas de España, tan abundantes.
¡Y el país loará nuestras andanzas!
lunes, 26 de enero de 2009
¿Nos prestas tu garganta, Björk?
Recuerdo que hace poco más de un año el suplemento dominical de un periódico de tirada nacional dedicaba un amplio reportaje a Islandia. El país era mostrado como un ejemplo a seguir. Casi rozaba el pleno empleo y los ciudadanos manifestaban llevar una vida de lo más segura y estable.
No me explico cómo en tan poco tiempo Islandia ha pasado de ser el país soñado para vivir a ser un país a la deriva y en profunda depresión, con una tasa de paro que roza el 5%, caída de gobierno, los principales bancos nacionalizados y la moneda devaluada...
Ante la penosa situación actual, supongo que a los islandeses sólo les queda salir a la calle y protestar, como lo están haciendo estos últimos días.
Ante la incapacidad de los que, se supone, entienden de economía y finanzas para solucionar la grave crisis económica mundial, la única salida para el pueblo es protestar, hacerse notar y gritar... aunque nadie parezca escucharnos... ni a los islandeses ni a al resto de ciudadanos del mundo...
domingo, 25 de enero de 2009
La integración y los vaqueros que levantan cola.
sábado, 24 de enero de 2009
Esperando un milagro
jueves, 22 de enero de 2009
El profesor de mercantil
Alfonso era, de todos los profesores de la licenciatura, el menos enrollado con diferencia. Bueno, en realidad no era absolutamente nada enrollado. Ni era simpático con los alumnos, ni pretendía serlo. Era "borde", "malo", "nos trataba fatal", era "un amargado", "le había dejado su mujer y lo pagaba con nosotros"... "¡jo! ¡cómo se pasa Alfonso!..." era la frase más repetida en 4º y 5º de carrera...
¡Y mira que "se pasaba" Alfonso!..., nos decía cosas "terribles" como:
"Señores, me piden que les haga un examen de recuperación porque han suspendido casi todos... ¿acaso piensan que cuando trabajen ahí fuera un hombre que ha perdido 100.000 euros por su culpa les va a dar una segunda oportunidad? ... ¡Maduren!"
O como:
"Señorita, si usted no se presenta a un examen por el simple hecho de que es oral, tiene un grave problema que debería solucionar, así que ¡NO!, el examen jamás será escrito para usted"...
O como:
"Si piensan ustedes que cuando estén ahí fuera va a venir su mamá a solucionarles los problemas van listos..." (alguna madre friki había ido a hablar con él acerca de su "niño" de veinte años...)
Y también:
"¿Creen que cuando trabajen para otros van a estar tan cuidados y mimados como aquí, en la Universidad?". Cuando pronunciaba esta frase, un clásico suyo, solíamos reirnos por lo bajini, porque... ¿acaso Alfonso nos cuidaba?... ¡¡pero si era un ogro!!...
En fin... La señorita que no quería presentarse al examen oral era yo... En aquel momento me pareció terrible aquella frase que me dijo. Pero más terrible me parecía tener que recitar delante de toda la clase "los contratos mercantiles del Sánchez Calero"... Al final me las ingenié como pude para poder hacer un examen escrito y aprobé, claro. La frase que me espetó Alfonso delante de todos mis compañeros, y que tanto me humilló en su día, se borró de la primera línea de mi mente.
Años después descubrí que tenía un problema. El miedo al ridículo hacía que me costase mucho exponer mis conocimientos ante gente desconocida. Jamás se me había ocurrido pensar que yo podía tener ese problema. Nunca fui tímida y siempre fui muy habladora y extravertida... Pero sí era cierto que durante toda mi vida de estudiante traté de evitar los examenes orales... Y fue entonces cuando, por primera vez, recordé lo que me había dicho Alfonso..."el malo"... y busqué una solución al problema.
En mi vida laboral raro es el día que alguna situación cotidiana no me haga recordar alguna de las frases lapidarias de Alfonso. Todas se han cumplido. Tuve profesores muy buenos y enrollados en la universidad pero, curiosamente, al que más recuerdo es a mi, por aquel entonces, odiado profesor de mercantil... ¡qué cosas tiene la vida!
martes, 20 de enero de 2009
El día que descubrí lo que es un meme
Inmediatamente fui a la tabla de salvación llamada wikipedia -antes "la-larousse"- y me informé debidamente:
Bueno, el meme en cuestión tiene unas reglas, que son estas:
1- subir la imagen del meme e incluir la fuente.
2- subir las reglas.
3- compartir 3 cosas que nunca haya hecho pero que me gustaría hacer.
4- compartir 3 cosas que nunca haya hecho y que nunca haría.
5- elegir a 6 personas para que continúen con el meme.
6- avisarles dejando un comentario en su blog.
3 cosas que nunca haya hecho pero que me gustaría:
- Viajar durante un año a lo largo y ancho del mundo con Salvio. Sin tener que preocuparnos del trabajo (por supuesto tendríamos dº a excedencia y recuperación de puesto y ningún tipo de problema a la vuelta... ¡ja-ja-y-ja!) Sin tener que preocuparnos por el dinero (tendríamos de sobra para cubrir nuestros gastos básicos durante todo ese tiempo)
- Tener la posibilidad de conocer a otras gentes, aprender con ellas y enriquecer mi persona con sus aportaciones, ayudar y tratar de hacer felices a todos aquellos que lo necesitasen, todo ello durante el transcurso del viaje anterior.
- Ver mi trabajo actual más como una experiencia en la vida que como un castigo...
3 cosas que nunca he hecho ni haría:
- Puenting (soy miedica...)
- Viajar en avión por puro placer (... muy miedica...)
- Viajar al espacio (¡¡¡tremendamente miedica!!!)
Espero que nadie se sienta molesto por mi transgresión de las normas número 5 y 6...
Que haga el meme todo aquel que quiera... por ejemplo alguno de los que acabais de leer este post...
lunes, 19 de enero de 2009
La equivocación de Soraya
domingo, 18 de enero de 2009
Una visión antropológica de Madrid
domingo, 11 de enero de 2009
Los ochenta años de Tintín
viernes, 9 de enero de 2009
Soneto para un adicto al trabajo versus un jefe como todos deberían ser
Con salud, hijos, dinero y trabajo.
Llegaste a lo alto viniendo de abajo,
eres un príncipe que antes fue sapo.
Así te ven, mas te sientes guiñapo.
En lo alto en la empresa y en casa un andrajo.
Tu mujer te abandonó ¡qué carajo!
de casa se fue con otro chulapo
Ahora, en la soledad del despacho,
los recuerdos te saturan la mente.
Has fallado, ¿qué ocurrió, muchacho?
Lo ves todo muy claro de repente:
tu feliz matrimonio se fue al tacho
por no dedicar tiempo suficiente.
De todos los jefes que he tenido en mi vida laboral me quedo, sin duda alguna, con el primero. No fui consciente de lo buen jefe que era hasta que salí de su empresa y ví lo que había...
Jesús era un jefe como todos deberían ser.
Cuando empecé a trabajar para Jesús, su personalidad no causó en mi ninguna impresión o extrañeza. Como era mi primer trabajo, pensé que todos los jefes eran así. Ante todo se consideraba una persona y, como tal, nos veía a los demás también como personas. Esto puede parecer de perogrullo, pero no lo es, porque hay superiores nada humanistas para los que somos máquinas que no tienen más vida que la laboral.
A Jesús le preocupaba mucho la formación de su gente, quería que leyésemos y que nos interesásemos por el trabajo que desempeñábamos y por eso procuraba hacérnoslo lo más atractivo posible. Conseguía incentivar el compañerismo, la comunicación y el buen feeling entre los compañeros. Él se consideraba uno más del equipo, pero al mismo tiempo lo dirigía con tal maestría que ni se notaba que lo hacía. Estaba muy interesado en seguir aprendiendo siempre. Y, una de las cosas que yo más admiraba de él, era que tenía tiempo para todo. Solía hablarnos de sus hijos, de que les había llevado al cine o al circo. De su mujer, con la que había ido a cenar a este o aquel restaurante o a ver la última exposición temporal de pintura de El Prado...
Era un hombre con unos buenos valores, comprometido y culto. Además de todo esto, profesionalmente era un auténtico genio.
Puedo asegurar que Jesús había logrado llegar a esa paz interior que da el tener una vida plena y feliz en todas sus facetas, laboral, familiar, ocio, amigos...
Está claro que no todos los jefes tienen las cualidades innatas que tenía Jesús, tanto para gestionar equipos como para dirigir una empresa, pero por lo menos sería bueno que intentasen hacerlo. Con formación, interés y voluntad podría conseguirse.
Jesús era magnífico. Me alegro de haberle conocido. Cuando dejé su empresa por un trabajo que yo consideraba mejor, se alegró mucho por mí. Me dijo que era joven y que uno no debe acomodarse en el primer trabajo que encuentra, que está muy bien volar y ver otros mundos para tener amplitud de miras, poder comparar y llegar a nuestra meta. También me dijo que guardaba la esperanza de que algún día volviera a llamar a su puerta. Y sabiendo que, lamentablemente, los jefes no suelen ser como Jesús... ¡ganas no me faltan de volver!
jueves, 8 de enero de 2009
Ola de frío
Ola de frío. Europa tirita.
En la radio las noticias. Corazón congelado:
- Conflicto en Gaza. Solución difícil
- Recesión económica. Solución incierta
- Subida del paro. Solución lejana
- La industria del porno pide ayuda para afrontar la crisis. Sin comentarios
miércoles, 7 de enero de 2009
El esmoquin de la ministra
Expongo mi opinión no sin antes advertir que me parece deleznable que lo más destacado de la celebración de ayer sea un traje. Vergonzoso.
En los trabajos donde la mayoría de los compañeros son hombres, las mujeres pretendemos demostrar que somos iguales intentando que se nos considere lo menos florero posible. Queremos que se nos escuche y se nos mire por lo que hacemos o decimos y no por lo que llevamos puesto o lo "monas" que vamos hoy... No estamos jugando a la Barbie trabajadora, sino que SOMOS ejecutivas, abogadas, empresarias, ingenieros, profesoras... igual que nuestros compañeros hombres.