jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Feliz Año Nuevo!

Ya se va. Uno más en nuestra vida... Un 2009 que parece que fue ayer cuando empezó, pero al mismo tiempo, parándome a pensar en todas las cosas que han cambiado en mi vida... ¡uf!... ¡el paso del tiempo siempre me da un vértigo enorme!
El ser consciente de que el tiempo pasa, que nos hacemos viejos y que nuestra mente juvenil queda atrapada en cuerpos con los que no nos identificamos... ¡madre mía!... si esto cuesta en la treintena la que me espera en décadas venideras...
Aún así, he de dar gracias por cumplir uno más, por las cosas buenas que me han pasado, por haber sabido afrontar las malas, por tener nuevos proyectos en mente, por tener nuevos amigos y conservar a los de siempre, por poder disfrutar -y perder la paciencia- con mi familia y, sobre todo, por tener un Compañero de andanzas mejor de lo que pudiera haber soñado.
¡Ojalá se cumplan todos vuestros sueños en 2010! ¡Feliz Año Nuevo!

lunes, 28 de diciembre de 2009

Mejor que en casa

¿Por qué será que hay establecimientos que nos inspiran, nos agradan y nos hacen sentir incluso mejor que en el salón de nuestra propia casa?
Hay lugares en los que, nada más entrar te sientes a gusto. Lugares donde cada persona y cada detalle: el camarero que lee el periódco, la chica que espera impaciente en la barra, el niño sonriente que toma chocolate con el orgulloso abuelo, el escritor que repasa sus notas... muestran trazos de vidas ajenas que se tornan propias.
Las vidas de los grandes escritores de antaño giraban alrededor de bares donde cada día se celebraban tertulias y cafés donde podían encontrar la inspiración sin ni siquiera tener que buscarla.
Hoy en día, además de los lugares emblemáticos de otros tiempos, como el Café Gijón o el Cook, habrá quien asegure encontrar su musa en lugares como el Starbucks de su barrio o el Giangrossi de Alberto Aguilera, acompañada de un magnífico helado de vainilla y conexión a Internet.