miércoles, 24 de diciembre de 2008

La Dolce Vita

Los lunes me gusta ver en la televisión autonómica un programa que tiene una gran audiencia. Se titula "Madrileños por el mundo" y casi toda la gente que conozco lo ve. Es un programa muy simple, en el que un cámara hace un seguimiento a madrileños expatriados que cuentan con mayor o menor detalle cómo es su vida diaria en los lugares más variopintos del planeta.
Está enfocado desde un punto de vista muy positivo y sus protagonistas irradian su más absoluta felicidad por vivir en este o aquel lugar.
Un día me detuve a pensar en por qué el programa gustaba tanto a la gente. Llegué a varias conclusiones, como por ejemplo que la hora y día de emisión es perfecta, más o menos a las nueve y media de la noche de los lunes. Lo vemos cansados, recién llegados del trabajo, ese día en que empieza la semana...
La primera conclusión fue bien sencilla: hastiados de nuestra rutina, nos creemos que la felicidad absoluta y el auténtico bienestar están en lo lejano, en lo exótico, lo distinto... como si cualquier lugar remoto y desconocido nos pudiera proporcionar la felicidad permanente que tanto ansiamos.
Otra de las posibles razones de su éxito puede ser que, habitualmente, nos muestran a gente que parece haber alcanzado la dolce vita en ese otro país, gente realizada con su trabajo, que vive en una bonita casa, con una familia maravillosa y un sueldo que siempre resulta ser bastante más elevado que los que tenemos en España. Y ahí está el segundo quid del programa en cuestión, que ha logrado mostrar a los espectadores exactamente lo que éstos ansían alcanzar ¡Qué bien pensado!...
Soñar es gratis... y cada lunes por la noche, tras la emisión, me invaden unas irreprimibles ganas de hacer las maletas e irme... ¡a donde sea!... sin medir las consecuencias ni pensar en nada más allá que en el aparente bienestar que me proporcionaría lo lejano. Pero me detengo y pienso que, a todas luces, lo que sucede es que en nuestra eufórica búsqueda de El Dorado, el lugar ideal y la dolce vita no vemos las posibilidades que tenemos delante de nuestra propia nariz.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace algún tiempo que quité de casa el acceso a canal plus, por lo que ya no puedo ver ese programa de "Madrileños por el mundo" de Telemadrid que efectivamente me gustaba mucho y con el que me sentía identificado.
Cuando ahora he leído tu artículo y reflexiono sobre las razones que apuntas con relación a la expresión de felicidad que por lo general muestran las personas que son objeto de entrevita, recuerdo mi propia experiencia: en el año 1992, harto de muchas cosas, adoptamos mi mujer y yo la decisión de trasladarnos con los niños (5 y 12 años) a Estados Unidos durante un año (Northampton, Massachussetts). Te puedo asegurar que ha sido hasta hoy el mejor año de nuestras vidas. Vivimos una experiencia única que influyó muchísimo en lo que al regreso a España ha continuado siendo nuestra vida.
Si tienes la posibilidad de cambiar, haz lo que hacen los americanos por necesidad vital,cambia. No te arrepentirás. Saludos.

Ulises Bloom dijo...

Hay un programa similar en TV3, y supongo que tambien en Murcia y en Extremadura. Pero en las entrevistas nunca les preguntan por su vida sexual. Asi no hay forma de saber si son felices, aunque vivan en el paraiso terrenal.

Salvia dijo...

Guillermo: te agradezco el consejo! La verdad es que sí me gustaría irnos una temporada a trabajar a otro país... pero por ahora lo veo bastante difícil.
Un saludo!

Salvia dijo...

Ulises: ya lo dice el anuncio "si tu vida sexual va bien, todo lo demás no importa". Veo que estás de acuerdo.