Eres jefe, por fin lo has conseguido.
Nadie se imagina que te ha costado,
porque aunque ninguno se ha percatado,
no vales para ese puesto ofrecido.
A mí no me engañas, me huele a podrido.
Tu comportamiento te ha delatado,
temes que haya otro más espabilado
que te quite de ese sitio adquirido.
Por eso minusvaloras y gritas
al que de tu lugar te puede tirar,
comportamiento simple que no evitas.
Y no aciertas a tu alrededor mirar
para ver que, sin andar con chiquitas,
de tí huiré para este mi rumbo virar.
Otro naufragio
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario